ASESORIA PEDAGOGICO: PROF. ANDREA LOPEZ
PRECEPTORIA DIMIER SELVA
Nuestra escuela comienza su historia...
Actualmente la misma recibe el nombre de Escuela Secundaria Nº 18 y asisten a ésta, un total de 74 alumnos de diferentes colonias y localidades (Col. San Ramón, Col. San Cipriano, Col. Las Achiras, 5to. Ensanche de Mayo, Arroyo Molino, Pronunciamiento y Concepción del Uruguay).
A mediados del año 2009, se implementa también el B.A.P.A. (Bachiller Acelerado para Adultos); al que concurren adultos mayores con expectativas y ansias de aprender y formarse. El mismo se dicta en horario nocturno.
A fines de mayo culminó este Primer año y a partir del 01 de junio de 2010 comenzó el segundo año lectivo.
En el mismo edificio escolar en que desarrollamos nuestras tareas, funciona también la Escuela Primaria Nº 18, en horario matutino.
Sus inicios datan alredeor de el año 1900, cuando los hermanos Juan José, Juan Vicente, Juan Francisco y Antonio Maria Rudas, donan al Consejo Administrativo de la Enseñanza Pública (que así se denominaba) de la Provincia de Entre Ríos una fracción de terreno para que se edificara una escuela. Esta es aceptada y aprobada por las autoridades respectivas el 20 de enero de 1905 (tal dato se corrobora en Documento de Escrituración). No obstante tiempo antes habían comenzado la construcción de la misma a cargo del albañil de la zona, don Jacinto Gaggia. La primera escuela fue construida de material (de la época) con techo a dos aguas hecho de paja y pisos de ladrillo. El costo de su construcción demandó $600,00.
Finalmente el 20 de marzo de 1905 inicia sus actividades la escuelita con el nombre de “Escuela Infantil N° 6”; su primera directora y maestra fue doña Dolores Benitez de Paccot, la que ejerció allí durante ocho años.
Según transmisión oral, en 1906 había 87 alumnos inscriptos, lo que demuestra la importancia del novel centro educacional en ésa época.
A fines del 1912 contaba con 42 asientos en 1er. Grado, 19 en segundo y 8 en tercero. En 1913 se reemplaza el techo de paja por el de zinc y probablemente se procede a su revocado, ya que hasta ese entonces los ladrillos estaban a la vista.
Su estructura contaba con una sala (aula) de 5 x 10 m, una pieza de 4 x 5 m, destinada a habitación del maestro y una tercera de 3 x 4 m, para cocina, además contaba con un bañito para los niños y existía un pozo de balde para extraer el agua. El edificio estaba pulcramente pintado de blanco.
Tiempo después, se edificó en el lateral este de la cocina, una habitación para el maestro, con lo que se ganaba un aula para atender el aumento de matrícula. Una galería con cenefas cubría el lateral este. Posteriormente, ésta se extendió al frente y lateral oeste.
Hacia el año 1920 funciono bajo la denominación de Escuela Infantil N° 16.
La pizarra individual por el gobierno, al igual que los libros de lectura “Paso a Paso”, “Adelante”, “Buen Amigo” y “Trabajo”. Esto hacia la sigla P.A.B.T. que representaba los años que iban cumpliendo el alumno de escolaridad.
Cuando se alcanzaba una buena caligrafía con el lápiz de grafito, comenzaba la dificultosa experiencia de utilizar la lapicera con luma de acero, que debía mojarse repetidamente en un tintero de porcelana instalado en el pupitre.
Con el buen comportamiento se ganaba el privilegio de tocar la campana para señalar la salida y entada de los recreos. Era ineludible la revista diaria de la maestra repasando uñas u orejas sucias o hurgando los cabellos en busca de algún piojo.
Alentar el ahorro fue una actividad impuesta a la escuela por la ley de creación de la Caja Nacional de Ahorros Postal en 1914, los alumnos poseían boletines en los cuales adherían las estampillas adquiridas a la maestra que a su vez las obtenía en el correo de Concepción del Uruguay. Una vez lleno, el importe total se transfería a una libreta con la cual se podía operar en el correo extrayendo dinero.
Las efemérides se vivían con mucha emoción e intensidad, principalmente las fechas patrias. Canciones y marchas, tales como el “Himno a Sarmiento”, “Aurora”, “Saludo a la Bandera”, “Marcha de San Lorenzo”, “Mi Bandra” y por supuesto el Himno Nacional, eran memorizados y cantados en la oportunidad correspondiente por todos los alumnos.
Los niños concurrían solos ala escuela, a pie, a caballo o en algún carruaje cuando eran muchos hermanos o se reunían algunos vecinos. A veces, una imprevista y tormentosa lluvia hacia difícil el regreso a casa, por lo que varios chicos “sobraban” y debían pernoctar en la escuela. Un poco de pan y un huevo frito ayudaba a la maestra a salvar la situación de la cena.
En 1955, año de la celebración de sus Bodas de Oro se denominó a la escuela con el nombre de “Bartolomé Mitre”, denominación que se mantuvo hasta el 16 de noviembre de 1965, en que comenzó a denominarse “Bernardino Rivadavia”.
Al cumplir sus 75 años y realizarse los festejos, el 11 de octubre de 1980, quedó inaugurado su nuevo y funcional edificio. En la oportunidad recibió el padrinazgo de la Cooperativa de Servicios Públicos “General Urquiza” Ltda. la cual donó una nueva bandera de ceremonias.
Hacia el año 1987, más precisamente el 30 de agosto, quedó inaugurado el Jardín de Infantes “Caracolito”, instancia educacional imperiosa en las nuevas épocas.
San Cipriano es una Localidad de 100 habitantes aunque con el ejido rural alcanza a un total de 900. Su esencia fue y es agrícola-ganadera aunque hoy día también es una zona dedicada a la avicultura. Estas son sus principales actividades y fuentes económicas; aunque en el pueblo además de lo mencionado se destacan comercios como los bares, despensas y autoservicios, panadería, ferretería y gomería.
